Wilmer encontró en el cafecito una herramienta que le permite expresar el arte que lleva dentro.

💕¿Qué historia tiene?
Wilmer Pardo, un joven estudiante de ingeniería ambiental, sufrió un raro accidente a sus 18 años, lo cual lo obligó a alejarse de las aulas. Esto, sin querer, lo llevó a sumergirse en el cálido cafecito, utilizándolo para expresar el arte que lleva en las manos.

El hijo menor de 7 hermanos, Wilmer, creció en las 20 hectáreas de su padre en Villa Rica, donde se cultiva cafecito Catimor, Caturra, Gran Colombia, entre otras variedades. Desde que estuvo en el colegio le gustaba pintar, primero a carboncillo, pero sus padres lo animaron a pintar utilizando espressos de su cafecito Don Pardo. Así, viendo modelos en internet , Wilmer comenzó a practicar pintura con cafecito con siluetas y finalmente con rostros.

Poco a poco fue perfeccionándose y comenzó a tostar el cafecito de diferentes maneras para conseguir diferentes tonalidades, también se dio cuenta de que tenía que hacer una molienda muy fina para que el cafecito se pudiera fijar al lienzo. Tras pruebas de ensayo y error, logró fijar la pintura y crear unos cuadros de cafecito que perduran en el tiempo.

⚠️DATAZOS:
📌¿Dónde?: Pueden encontrar y comprar sus obras en @ommacafelima
👌🏼Contacto: @wilmer_pard