Aunque se piense lo contrario, tomar una buena taza de café antes de hacer ejercicios trae grandes beneficios a los deportistas. Mejora el rendimiento, evita el cansancio y ayuda a bajar de peso.
Entre los muchos mitos que rodean al café existe la creencia de que esta bebida es perjudicial para la salud, pues se le acusa de que sube la tensión, provoca ansiedad, produce gastritis y aumenta el colesterol, pero lo cierto es que muchos de estos problemas se generan por el consumo de cafés de baja calidad o sobreextraídos.
Según el nutricionista Edwin Girbau, especialista en nutrición deportiva, es recomendable beber café antes, durante y después de hacer ejercicio porque su principal componente, la cafeína, proporciona un «chispazo» extra de energía que mejora el rendimiento físico, tanto en actividades aeróbicas como anaeróbicas. Además mejora la concentración muscular, evita la fatiga y reduce el dolor post actividad.
«La mayoría de suplementos pre entrenamiento llevan cafeína porque tiende a darte un boost de energía que luego puede caer. Por eso en ejercicios de una hora, una taza de café alcanza suficiente», señala Girbau. Sin embargo para actividades más exigentes es necesario usar productos especiales. «Los maratonista, por ejemplo, van consumiendo geles de azúcar y carbohidratos, y en estos geles también se incluye cafeína».
Por otro lado, la cafeína ayuda a quemar grasas al ser un gran acelerador del metabolismo y por eso muchos productos que se usan en el acompañamiento de dietas llevan cafeína.
No obstante, Girbau hace una advertencia pues si bien casi cualquier persona puede tomar café antes de los ejercicios, hay quienes pueden ser más sensibles o intolerantes a la cafeína y presentar problemas gástricos o de corazón. Por ello es recomendable hacerse un chequeo médico cada cierto tiempo.
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