Conoce la historia de Fundo El Morito, el emprendimiento cafetero que une a una familia

Por:

David Flores Chilcon es un caficultor popular entre los creadores de marcas de café y diversas cafeterías en Lima gracias a los granos que obtiene en Finca El Morito, en su natal Cajamarca. Tiene 28 años y fundó esta finca como un emprendimiento que se basa en el esfuerzo familiar.

Nacido en una familia dedicada a la agricultura, David aprendió a trabajar la tierra gracias a las enseñanzas de su padre y abuelo en Cutervo. En 2009, cuando él tenía 14 años, los Flores Chilcon se mudaron a la provincia de San Ignacio, donde consiguieron  terrenos idóneos para el cultivo de café. 

Pero no conocían todos  los procedimientos necesarios para elevar la calidad de su producción , por lo que los ingresos de su familia no eran suficientes. “De niño tuve muchas carencias, cosechaba café y lo vendía en cerezo, con eso me compraba útiles y ropa”, recuerda David. 

Los inicios de la finca

Cuando su padre le cedió una parte del terreno, el joven David se propuso perfeccionar la producción de café de la familia. Tras concluir sus estudios secundarios y, después de una temporada en Lima, tuvo claro de que el café que producían podía ser mucho mejor y sintió el llamado de regresar a su comunidad.

Pero antes viajó a una cooperativa agraria cafetalera de Jaén y logró profundizar sus conocimientos en la postcosecha para aplicar en la finca que soñaba. Así fue como surgió

Finca El Morito, ubicada en el distrito de San Ignacio, está compuesta por 35 hectáreas. Allí, entre los 1500 y 1900 msnm, se producen diversas variedades como Geisha, Bourbon, Catimor, Typica, Marshell y Caturra Amarilla.

David fundó esta finca en 2018 con la idea de trabajar en equipo con su familia y mejorar juntos la calidad de producción. Le pusieron todas las fuerzas y ánimos, pero por un año no tuvieron resultados. En 2021, en plena pandemia, convocaron a más familiares de Lima y Chiclayo con el objetivo de hacer crecer el negocio. Y, finalmente, lo lograron. En la actualidad, esta empresa familiar, conformada por primos, abuelos, y tíos, reúne a 100 productores.

Han participado en dos ediciones de Taza de Excelencia Perú, la competencia de los mejores cafés del país. En el concurso del 2018 consiguieron el puesto 18 y el 2022 se ubicaron entre los mejores 28. 

Este año, David emprendió un viaje a fincas amigas de Ecuador y Colombia para seguir nutriendo sus conocimientos, y a finales del año recibirá a productores de esos países para mostrarles todo lo aprendido.

La expansión de su oferta

La Finca El Morito ha expandido su oferta por diversas regiones del Perú. Su producción está presente en cafeterías de Lima como Mira Café, María Huallaga, Kaldi’s Coffee & Tea, Milenaria Café, entre otras. 

También trabajan con las marcas Café 3.0 e Indómito Café, la tostaduría Bloom Tostadores y Café Studio. Asimismo, exportan a países de Asia, Europa, Estados Unidos, Canadá, Argentina, Ecuador y Chile próximamente.

David está a punto, además, de lanzar su marca personal de cafés exclusivos, procesados por él, que tienen de 90 puntos a más. Serán nanolotes con variedades exóticas y trabajados en pequeñas cantidades. 

Para el 2024, Finca El Morito tiene nuevos proyectos para los más jóvenes de las familias productoras. “Queremos hacer la finca llamativa y que se queden aquí a producir y generar más puestos de trabajo, abrir un centro de investigación para los que quieran aprender a tostar. Siempre se puede hacer un cambio”, señala David, convencido del futuro que le espera a este emprendimiento familiar.

Compartir:

Deja el primer comentario

Entradas relacionadas