La Organización Internacional del Café, ICO por sus siglas en inglés, promueve el Día Internacional del Café para hacer visible y resaltar la importancia del trabajo de caficultores en todo el mundo, una gran oportunidad para rendirle un homenaje a las mujeres y hombres que día a día se esfuerzan para sacar sus productos adelante. Y en este contexto de pandemia por el Covid-19, el reto es mayor pues agrava la crisis que el sector a nivel global ya venía enfrentando debido a la volatilidad de los precios internacionales y al cambio climático que afecta las cosechas.
Un informe de The Guardian da cuenta de esta volatilidad que se acentuó en la primera mitad de año, calificándola de “montaña rusa”, y es que las ventas de café a nivel global cayeron, subieron y volvieron a caer, afectando duramente a los productores. El diario británico, citando un análisis de Euromonitor International, indica que los precios subieron abruptamente en febrero y marzo mientras el mundo empezaba a enfrentar la amenaza del coronavirus. Luego los precios se desplomaron en más de una cuarta parte a mediados de junio, cuando muchas de las cafeterías del mundo cerraron. Luego volvieron a subir bruscamente a medida de que la economía se iba reactivando.
Sin embargo aun es pronto para decir cómo esta volatilidad puede afectar a los países productores como el nuestro. Si bien hubo problemas para cosechar pues el estado de emergencia impidió el tránsito de personas, lo que dificultó el acceso a mano de obra, las principales empresas exportadoras de café peruano lograron cumplir sus compromisos con los compradores internacionales, aunque a menor precio. Cifras reportadas por la ICO dan cuenta de una caída cercana a 14% en los niveles de exportación de café entre enero y julio de este año, en comparación con lo ocurrido en el mismo periodo el año pasado.
No obstante, las expectativas respecto al consumo de café son buenas. La pandemia ha obligado a muchas personas a permanecer en casa lo que implicó, según una investigación de Mintel reseñada por Comunicaffe, un impulso para la venta de café ante el cierre de cafeterías. Se estima que solo en Estados Unidos, que es el mayor mercado de café, el consumo crecerá un 4,9% en el 2020, alcanzando una cifra de 15.6 millones de dólares. Este mismo estudio revela que los consumidores estadounidenses estarían dispuestos a pagar más dinero por cafés premium.
Algo similar parece haber ocurrido en nuestro país, al menos en Lima. Empresas de comercialización de cafés especiales como Cafeteína y Café Urbano, en un informe para Panamericana Televisión por el Día del Café Peruano, dijeron que sus ventas se triplicaron en los primeros meses de la cuarentena, en comparación con lo registrado el año pasado. Podría decirse que los peruanos estarían tomando más café peruano y de mejor calidad, pero sin estudios adecuados sobre el consumo interno no podemos aventurarnos a concretar esa afirmación.
Mientras tanto los productores la siguen luchando, una lucha que se hace más complicada por la pandemia. Es por eso que el foco de atención de este Día Internacional del Café 2020 está puesto en los jóvenes del sector cafetero, desde agricultores hasta baristas, pues enfrentan la posibilidad de abandonar sus cultivos y perjudicar la continuidad de crecimiento de los negocios de sus familias. Esta situación es más grave en nuestro país pues el café es un cultivo de sustitución de hoja de coca, si este deja de ser rentable, los productores podrían retornar a prácticas que solo benefician al narcotráfico.
Se espera que la fecha sirva para lanzar programas de apoyo a los jóvenes emprendedores para que impulsen sus empresas a través de la combinación de financiamiento adecuado con desarrollo de habilidades y capacitación, para asegurar la tan necesaria sostenibilidad para dar confianza a los compradores.
