Wilmer Pardo, el artista de Villa Rica que usa el café para pintar acuarelas

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Wilmer Pardo Rojas es un pintor de 22 años nacido en Villa Rica (Pasco), una de las principales zonas cafetaleras del Perú. Desde pequeño dibujó con destreza y disfrutaba de pasar horas plasmando en un lienzo lo que imaginaba o buscaba reproducir, aunque no se veía siendo un pintor. Sus padres son productores cafetaleros, su hermano tiene una marca de café llamada «Don Pardo» y él quería convertirse en ingeniero ambiental, pero la vida lo llevaría a transitar un camino distinto al que imaginaba.

Al terminar el colegio, con 17 años, ingresó a la Universidad Nacional Agraria de la Selva (UNAS), en Tingo María, para estudiar la carrera que había soñado desde niño. Todo marchaba bien, sus calificaciones eran buenas y se sentía contento, pero su vida dio un giro.

“Un día regresé de estudiar, estaba comiendo y mi corazón se descarriló por completo”, cuenta Wilmer. Fue llevado de emergencia a un hospital donde los médicos atribuyeron su malestar a un cuadro de ansiedad. Ese mismo año, Wilmer experimentó cuatro episodios de taquicardia, bradicardia y estuvo a punto de sufrir un paro cardiaco.

Wilmer Pardo Rojas, hijo de caficultores y pintor que usa el café en sus creaciones / Foto: Sophia Ramírez

La vida que Wilmer llevaba se detuvo. “Dejé de estudiar, estaba incapacitado, visitaba muchos hospitales, en busca de un diagnóstico. Ya no tenía una vida normal, no salía de mi casa por el temor de sufrir un episodio, pensaba mucho en qué pasaría conmigo”, recuerda.

Preocupado por su futuro y pensando en qué podría hacer en su condición, recordó su época escolar y la sugerencia que una vez le diera el bibliotecario de su escuela: “Deberías pintar con café”. Aquella frase resonó en su cabeza durante muchos días y se decidió a poner en marcha el apasionante proceso de aprendizaje y experimentación para lograr las obras que hoy pinta usando el café como insumo principal.

Llevó un taller en la Escuela Nacional de Bellas Artes y se dejó aconsejar por otros artistas. Para lograr plasmar su arte con café tuvo que aprender a tostar artesanalmente los granos buscando obtener los tonos y contrastes que deseaba y utilizó distintas moliendas para que el café pinte la hoja con la intensidad necesaria. Con el tiempo, su esfuerzo dio frutos y empezó a vender algunos de sus trabajos, principalmente acuarelas. Lo que ganaba lo utilizaba para subsistir y costear sus viajes a la capital, donde tocó las puertas de innumerables consultorios de cardiología en busca de respuestas.

En 2018, dieron con su diagnóstico en el departamento de cardiología del Hospital Nacional Arzobispo Loayza. Wilmer padece el síndrome de Wolff Parkinson-White, que ocasiona periodos de frecuencia cardíaca rápida que, aunque no pongan en riesgo la vida de la persona, puede desencadenar problemas cardíacos graves. Wilmer aún no ha podido superar esta condición.

“El sistema de los hospitales es deficiente, con citas postergadas y años esperando por atención. La operación que requiero es cara y la medicina que continúo tomando también lo es, pero no la cubre ningún seguro”, cuenta Wilmer.

El artista señala que el arte es el principal motor de su vida. “Cuando se manifestó mi enfermedad era terrible lidiar con los dolores en el pecho y la angustia que se vive cuando tu corazón pierde el control, pero cuando pinto me olvido de todo, me siento más tranquilo”, asegura. Su talento ya lo ha llevado a participar en la Expocafé 2019 y en exposiciones internacionales del International Watercolor Society (IWS).

“Somos un país cafetalero, yo quiero compartir con más artistas y que se animen a probar esta técnica, podemos hacer arte con lo nuestro”, señala este artista a quien el café le dio una nueva oportunidad de disfrutar la vida y no piensa desperdiciarla.

DATO CAFETERO

Instagram: Wilmer Pardo

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