Sácale provecho a tu cafetera eléctrica

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La cafetera eléctrica quizás no es el método de extracción que un barista profesional elegiría como primera opción para preparar café, sin embargo ese mismo barista tiene que reconocer que es uno de los más populares, tanto en casa como en oficinas, sobre todo entre quienes gustan de esta bebida pero no tienen mucho tiempo para hacerla.

Creer que con este artefacto no se puede preparar un buen café es un mito, como nos lo explica Juan José Bozo, director de la Escuela de Baristas. Solo hay que saber sacarle provecho y en menos de dos minutos tendremos un delicioso café filtrado, pasado gota a gota y listo para disfrutar.

Juan José aconseja utilizar agua filtrada para pasar nuestro café y evitar así la contaminación y la formación de sarro que pueda dañar la cafetera. Con esta agua debemos llenar el depósito de la máquina solo hasta la mitad de su capacidad, encenderla por algunos segundos para precalentar la jarra y luego tirar el agua de la jarra.

Otra recomendación importante es contar con un pequeño molino en casa para moler nuestro café al instante y así incrementar la experiencia de la preparación del café desde el primer momento, pues si es un café de especialidad, al moler los granos se liberan todos sus aromas, entre los que destacan notas a chocolate, frutales, florales y hasta especias dependiendo de cada café, que nos recuerdan su lugar de producción. Existen molinos manuales y eléctricos, así como una amplia gama de modelos y precios. Pronto haremos un especial al respecto.

La molienda adecuada para este método es media, ni muy gruesa ni muy fina. Si no tienes un molino en casa, compra tu café en molienda media o pide que en tu cafetería favorita muelan tu café así. La canastilla de la cafetera eléctrica también debe llenarse hasta la mitad de su capacidad. No es necesario presionar el café, basta un par de golpecitos para asentarlo.

Una vez que ya tenemos el agua y el café en la cafetera, solo queda encenderla y esperar a que «percole», es decir que pase todo el líquido a través de la máquina. Este proceso no tarda más de dos minutos y una vez que termina debemos apagar la cafetera para que el café no se queme.

Finalmente debemos darle un par de vueltas a la jarra para que se mezcle el café que cayó primero con el que cayó al final. Servimos nuestro café recién pasado en nuestra taza favorita y listo. ¡A disfrutar!

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